Estoy haciendo una investigación legal acerca de la presencia del origami en la red, para saber qué demonios hacer exactamente con mis propios diseños y fotografías y con los diagramas de otros.
Como habréis notado, no he colgado hasta la fecha ningún diagrama para ninguna figurita y solo he hecho referencias indirectas a los diagramas de otros.
Entiendo que, en principio, no debe ser legal publicitarlos sin permiso, dado que no encuentro en las páginas de los más importantes origamistas del mundo que ellos cuelguen los suyos. Normalmente solo nos ofrecen las fotos de figuras acabadas con el indicativo 'diagrama no disponible'.
Pero tengo que hablar con mi amigo Stallman al respecto de esto, y con otros activistas del conocimiento libre en la red y expertos en leyes. Me da a mi que esto de los diagramas de origami debe de entrar en la categoría de modelos o patentes en propiedad intelectual o algo así. Mientras no averigüe exactamente de que va la cosa, algunos primeros pensamientos a modo de comida de tarro personal.
1. El caso de la presencia del origami en la red –y, por lo tanto, su inevitable y gradual traslación en el siglo que vivimos al mundo del open source y las licencias creative commons– me parece realmente iluminador (enlightening) y didáctico para explicar a los lerdos y aclarar la posición de uno mismo en el debate acerca de la propiedad intelectual (visual) y el conocimiento libre. Se trata este de un arte evidentemente popular: que nace y se traspasa a menudo desde un saber anónimo (los juegos infantiles) y que pertenece al conocimiento compartido de las comunidades. Como lo son los refranes o lo eran antes los cancioneros. A través de las más distintas culturas, el arte del doblar el papel expresa valores culturales compartidos más que simplemente ideas individuales. Probablemente la inteligencia contenida en una figura como la pajarita española o la grulla japonesa no pertenezca a una sola mente, sino a la sabiduría de muchas mentes y consciencias superpuestas generación tras generación hasta llegar al presente que nos la ha traspasado como modelo.
2. No obstante, es cierto que la investigación especializada en este campo de la papiroflexia, la dedicación absoluta a la creación en papel, ha resultado en autorías y mejoras esplendorosas de este arte a lo largo del siglo XX, como el caso de la rosa Kawa o el famoso libro de Unamuno. Es encomiable que haya personas dedicadas a avanzar el conocimiento origamista de nuestras comunidades (por interés propio o colectivo) y es algo que merece el reconocimiento nominal al artista por su trabajo (¿su propiedad intelectual?).
3. Pero yo no creo que divulgar los diagramas seguramente suponga robarle a nadie la propiedad o los derechos sobre su obra creativa. Lo que si nos "roba" a todos el mantenerlos en privado es la posibilidad de mejorar los diseños, de aumentarlos o derivarlos y, sobretodo y en primer lugar, nos priva del derecho pura y simplemente a USARLOS. Es como si no me dieras por escrito la letra de una canción para que yo no la cante. Mantener los diagramas originales sometidos al regimen de la copia privada (bien sea restringiendo la divulgacion de los diseños, bien sea distribuyendolos solamente bajo el régimen de la compra de libros especializados, por ejemplo) nos PRIVA a todos del DISFRUTE maravilloso que supone el doblar origami. Pues obviamente derivar de nuevo la figura solamente a partir de una fotografía es algo sumamente complejo y para lo que uno tendría que tener un conocimiento casi tan avanzado como el del más experto origamista o varias consciencias acumuladas a lo largo del tiempo como en el caso más arriba comentado de la pajarita española.
4. Cabe pensar entonces que el mantener bajo llave un diseño de origami va en contra de la propia ontología y naturaleza del objeto. Un diseño de diagrama para papiroflexia está hecho para que la figura pueda ser doblada, no para contemplarlo como obra maestra visual, digo yo. El diseño no completa sus cualidades de perfección, capacidad expresiva e inteligencia espacial hasta que no es puesto a prueba en el doblado efectivo. El doblado efectivo determinará la calidad y densidad del papel con que ese diseño puede ser realizado para mostrar mejor las virtudes de la forma que representa. Solo al doblar ese diseño sabremos si es conveniente usar papel decorado y donde deben caer las decoraciones. Solo al doblarlo sabremos si el papel debe ser más denso o más crujiente o más ligero o más suave. En esto el origami debe ser como las recetas de cocina. No creo yo que las recetas estén para leerlas solamente. No creo que solo leyéndolas uno tenga la oportunidad de degustar los sabores, olfatear los aromas, o sentir el tacto de los alimentos en el paladar.
5. Por otra parte, por su propia naturaleza, los diagramas de origami son justamente algo perfeccionable por los origamistas. Casi todos nosotros experimentamos a menudo la frustración de doblar diseños que no nos parecen bien resueltos. Muchos de nosotros doblamos cuatro o cinco diseños distintos alrededor de una misma forma (el dragón, la grulla, etc) antes de decidir cuál es el que nos parece más equilibrado y perfecto como modelo para esa figura en nuestros repertorios. Y desde luego que muchos de los diseños pueden ser mejorados o bien derivar en figuras nuevas más perfectas. Así que tener la oportunidad de conocer los diseños base es esencial para seguir aumentando el conocimiento origamista popular o no.
6. Existen en el origami unos diseños base de conocimiento compartido que convencionalmente se acepta que pertenecen al saber común y nunca se nos ocultan. Preliminary base, waterbomb base, etc. Aparecen resumidos, junto a los principales dobleces, al principio de muchos libros. ¿Qué diferencia hay entre esas formas base y las formas individuales en cuanto a compartirlos? ¿Alguien me lo puede explicar?
Como habréis notado, no he colgado hasta la fecha ningún diagrama para ninguna figurita y solo he hecho referencias indirectas a los diagramas de otros.
Entiendo que, en principio, no debe ser legal publicitarlos sin permiso, dado que no encuentro en las páginas de los más importantes origamistas del mundo que ellos cuelguen los suyos. Normalmente solo nos ofrecen las fotos de figuras acabadas con el indicativo 'diagrama no disponible'.
Pero tengo que hablar con mi amigo Stallman al respecto de esto, y con otros activistas del conocimiento libre en la red y expertos en leyes. Me da a mi que esto de los diagramas de origami debe de entrar en la categoría de modelos o patentes en propiedad intelectual o algo así. Mientras no averigüe exactamente de que va la cosa, algunos primeros pensamientos a modo de comida de tarro personal.
1. El caso de la presencia del origami en la red –y, por lo tanto, su inevitable y gradual traslación en el siglo que vivimos al mundo del open source y las licencias creative commons– me parece realmente iluminador (enlightening) y didáctico para explicar a los lerdos y aclarar la posición de uno mismo en el debate acerca de la propiedad intelectual (visual) y el conocimiento libre. Se trata este de un arte evidentemente popular: que nace y se traspasa a menudo desde un saber anónimo (los juegos infantiles) y que pertenece al conocimiento compartido de las comunidades. Como lo son los refranes o lo eran antes los cancioneros. A través de las más distintas culturas, el arte del doblar el papel expresa valores culturales compartidos más que simplemente ideas individuales. Probablemente la inteligencia contenida en una figura como la pajarita española o la grulla japonesa no pertenezca a una sola mente, sino a la sabiduría de muchas mentes y consciencias superpuestas generación tras generación hasta llegar al presente que nos la ha traspasado como modelo.
2. No obstante, es cierto que la investigación especializada en este campo de la papiroflexia, la dedicación absoluta a la creación en papel, ha resultado en autorías y mejoras esplendorosas de este arte a lo largo del siglo XX, como el caso de la rosa Kawa o el famoso libro de Unamuno. Es encomiable que haya personas dedicadas a avanzar el conocimiento origamista de nuestras comunidades (por interés propio o colectivo) y es algo que merece el reconocimiento nominal al artista por su trabajo (¿su propiedad intelectual?).
3. Pero yo no creo que divulgar los diagramas seguramente suponga robarle a nadie la propiedad o los derechos sobre su obra creativa. Lo que si nos "roba" a todos el mantenerlos en privado es la posibilidad de mejorar los diseños, de aumentarlos o derivarlos y, sobretodo y en primer lugar, nos priva del derecho pura y simplemente a USARLOS. Es como si no me dieras por escrito la letra de una canción para que yo no la cante. Mantener los diagramas originales sometidos al regimen de la copia privada (bien sea restringiendo la divulgacion de los diseños, bien sea distribuyendolos solamente bajo el régimen de la compra de libros especializados, por ejemplo) nos PRIVA a todos del DISFRUTE maravilloso que supone el doblar origami. Pues obviamente derivar de nuevo la figura solamente a partir de una fotografía es algo sumamente complejo y para lo que uno tendría que tener un conocimiento casi tan avanzado como el del más experto origamista o varias consciencias acumuladas a lo largo del tiempo como en el caso más arriba comentado de la pajarita española.
4. Cabe pensar entonces que el mantener bajo llave un diseño de origami va en contra de la propia ontología y naturaleza del objeto. Un diseño de diagrama para papiroflexia está hecho para que la figura pueda ser doblada, no para contemplarlo como obra maestra visual, digo yo. El diseño no completa sus cualidades de perfección, capacidad expresiva e inteligencia espacial hasta que no es puesto a prueba en el doblado efectivo. El doblado efectivo determinará la calidad y densidad del papel con que ese diseño puede ser realizado para mostrar mejor las virtudes de la forma que representa. Solo al doblar ese diseño sabremos si es conveniente usar papel decorado y donde deben caer las decoraciones. Solo al doblarlo sabremos si el papel debe ser más denso o más crujiente o más ligero o más suave. En esto el origami debe ser como las recetas de cocina. No creo yo que las recetas estén para leerlas solamente. No creo que solo leyéndolas uno tenga la oportunidad de degustar los sabores, olfatear los aromas, o sentir el tacto de los alimentos en el paladar.
5. Por otra parte, por su propia naturaleza, los diagramas de origami son justamente algo perfeccionable por los origamistas. Casi todos nosotros experimentamos a menudo la frustración de doblar diseños que no nos parecen bien resueltos. Muchos de nosotros doblamos cuatro o cinco diseños distintos alrededor de una misma forma (el dragón, la grulla, etc) antes de decidir cuál es el que nos parece más equilibrado y perfecto como modelo para esa figura en nuestros repertorios. Y desde luego que muchos de los diseños pueden ser mejorados o bien derivar en figuras nuevas más perfectas. Así que tener la oportunidad de conocer los diseños base es esencial para seguir aumentando el conocimiento origamista popular o no.
6. Existen en el origami unos diseños base de conocimiento compartido que convencionalmente se acepta que pertenecen al saber común y nunca se nos ocultan. Preliminary base, waterbomb base, etc. Aparecen resumidos, junto a los principales dobleces, al principio de muchos libros. ¿Qué diferencia hay entre esas formas base y las formas individuales en cuanto a compartirlos? ¿Alguien me lo puede explicar?
No comments:
Post a Comment