Sunday, June 22, 2008

Geisha, Hana, Maiko... apropiaciones de Emilio Lekuona


Desiconizar. Me lo sugería con gran inteligencia ayer la ilustre, dulcísima ilustradora Mercé López mientras yo trataba de explicarle mis primeras impresiones acerca de la recién inaugurada exposición en Barcelona de Emilio Lekuona en la magnífica Galería Hartmann.

Emilio Lekuona –artista multidisciplinar o diseñador gráfico bastante conocido por estos lares, entre otras por sus decoraciones sexuales del Hotel Axel de Barcelona, uno de los mejores hoteles gay del mundo. Se aproxima a la figura de la Geisha de una manera totalmente pop. Sin pretensiones. ¿O sí?

Recupera para esta serie de iconos tan bellos como vacíos todo tipo de soportes (sobres acolchados y sobres con cierre metálico, papel de cuadernos de dibujo, planchas de madera, cajas de cartón...). Y recupera para todos los soportes una mezcla de aplicaciones (stamping de símbolos japoneses, trazados a tinta china, stencils callejeros, positivado fotográfico, la mera fotocopia...). Para perder, con todo ello, el sentido más básico de lo que una geisha es.

Desvirtúa hasta lo que la propia urban geisha podría darnos, abusando de la fuerza del graffitti callejero, abusando del dripping. La más bella de todas estas mujeres ausentes y desiconizadas, se sitúa en el centro neurálgico de la marea iconográfica: dejando caer una lágrima melodramática y goteante de tinta negra, enmarcado su tristísimo rostro por un tocado que reemplaza la volumétrica peluca japonesa con un quemado spray tornasol.

No hay aquí ninguna aspiración a la profundidad. Todo son tópicos. Sobre las estampaciones Lekuona escribe todas las palabras básicas: HANA (flor), SILENCE, SWEET, IN MY MIND. En tu culo, así de claro: MY ASS. Me pregunto cómo no has hecho como hizo papá Warhol y por qué, en lugar de coger a la diosa geisha/maiko y esos miles de ramas de flores de cerezo, wisterias, grullas y aves fenix usados a troche y moche y sin venir nunca a cuento, no tomaste para tu exposición una lata de sopa de tomate Campbell's o una simple salsichurri (Oscar Mayer) o un bote de mayonesa (Heinz).

Apenas algún que otro hallazgo interesante en medio de tanta machista lectura y tanta complaciencia, en medio de tanto decorativismo y en medio de tan poco respeto al Otro oriental. La sugerencia arrinconada, en tu gran sala de collages orientales, del reciclaje del scroll asiático mediante la estampación de imágenes sobre carpesanos colgantes. En la era de la fotocopia. Bien, a muchas secretarias les haría la vida verdaderamente agradable. Pero, para mi, además toca con lo metafísico en medio de tanta mentira estampada. Y una serie de 4 grabados horizontales de técnica mixta (?) que sugieren un efecto plástico verdaderamente singular. La muestra está realmente bien montada y el recorrido por las salas es exquisito, armónico, bien pautado. Preciosa de verdad, oye chica, visual pleasure garantizado. Y esos clavitos minimal sosteniendo los papeles directamente sobre la pared... mmm, guuustaaaan, dueeeleeen tanto como el nudo japonés, ZEN.

Pero el gesto global es tan grandilocuente que uno se pregunta si era realmente necesaria una muestra de este tipo en una galería seria de fotografía de Barcelona. La aspiración tan fuera de lugar, tan desmedida y sin atisbo alguno de comprensión de nada, que uno no se explica por qué no atenerse a lo que es discreto y pequeño y es lo tuyo. El nombre de la exposición está muy bien puesto; admite honestamente lo que la cosa es: WALLPAPER, papeles pintados, papel de pared. Aún se me hace extraño que no hayas hecho algún juego de palabras con tu bonito nombre –contenedor de una maravillosa K– y los nombres de las geishas y sus kanjis y kimonos, ké mono... KKK... Podríamos con lo tuyo firmar miles de camisetas a lo Jordi Labanda o Custo Line. Sin pretensiones. Serían bien resultonas y venderías mogollón.

Vivimos en los últimos tiempos en Barcelona, y en el mundo del arte en general, un engrandecimiento de la figura del diseñador (gráfico) como Artista. Otros lugares preocupantes: la monísima y conciertona Galería Iguapop, donde mis coleguis exhiben y yo seguro que me compraré unos shorts divinos, pero no espero encontrar arte ni artesanía. Eso sí, mucha moda y tendencias celebratorias. Viva el arte del siglo XXI, del País de las Tentaciones y el EP3. Eso; o el intelectualismo críptico de los del otro bando. Guay!

Alguien me dijo una vez que yo practicaba una estética de la Verónica (ver-, ikon). Puede ser. Otro día hablaré de ello. Es la única respuesta plausible que se me ocurre ante tanto simulacro. Ante tal desgaste de la imagen en la era de la copia. Alternativamente, la seriedad del humor. Lo grave, lo gravísimo de exposiciones como esta es que aniquilan la imagen como materia viva, aniquilan el símbolo vivo para un mundo caído y un mundo enfermo, perdido de sí pero que se encandila en/con Oriente para orientar-se. Y luego nos dejan a los demás ya poco espacio para un uso (pr)esencial, animista y totémico, casi esotérico, de la imagen y lo imaginativo. Como diría el amigo Luis Casablanca, plegarse para desaparecer.

Como soy una geisha encantadora le prestaré a Lekuona algo que un verdadero experto en geishas debiera ya conocer. Las mejores almejas del mercado: GEISHA CLAMS. A ver como resuelves esto ahora, muchachín.


1 comment:

Eva Duarte said...

Amei teu blog!!!

Para não te perder, vou pôr um link para ele no meu!

Besos!
eva