Regresar, cual Ofelia,
cargada de piñones, hinojo marino,
clavelinas malva e iris salvajes,
ronchas de musgo recorridas por –diminutos– líquenes,
cortezas de olmo y encina.
Regresar con las manos, llenas, del bosque,
pequeños tesoros para amasar
pasteles, cuadros, pequeños altares
en el hogar. Magia de los rincones.
Y no hay hogar sino vacío.
"Vuelve al bosque, espárcete.
Disemina de nuevo lo que habías recogido.
Devuelve a los gnomos el festín de las ardillas."
Hay un momento en el bosque
en que el recolector junta y recoge,
busca y encuentra lo que no está unido.
Como quien ara y siembra un campo,
ordenándolo, pero a la inversa.
Desarando el bosque, desembrándolo,
recolectaba yo magia natural,
tratando de unir lo que no tiene sentido:
lo que ha caido aquí y allá,
lo que brota, lo que se esconde.
Para que en mis manos algo tuviera sentido.
1 comment:
....ignoro la vanidad del acierto y abrazo el error.......
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